Cada día es mayor el número de personas que sale a pasear, a caminar o a correr por el campo. Solo el hecho de estar al aire libre ya es gratificante, pero yo me pregunto si el contacto con la Naturaleza les reporta algún beneficio más. Según dice P. Escobar en el botanoscopio, un blog que lamentablemente está parado, para disfrutar en la naturaleza se necesitan dos cosas 1) escoger el camino adecuado y 2) mirar con las gafas adecuadas, pues como dice el viejo proverbio español “el que no sabe es como el que no ve” Hay cierta diferencia entre ver, mirar y observar. Para explicar esta diferencia, entre el ver de pasada y el mirar con ojos de botánico, esta imagen vale más que mil palabras…. En realidad, dado que la mirada del botánico@ es atenta y minuciosa, más que viendo está realmente observando. Tampoco hace falta escoger un camino espectacular, ni siquiera especial, pues la mirada del botánic@ suele estar bien entrenada. De hecho, en cuanto pasa por un lugar donde se vislumbra algo distinto suena una especie de campanilla interna, que dice “aquí hay algo interesante, mira”. El otro día oí esa llamada cuando atravesé el talud de las vías del ferrocarril, un lugar donde algo me captó la atención. Dejo aquí una panorámica general Aparentemente nada de interés, todos los días la gente que pasa por aquí ve unas zarzas, unos hierbajos y poco más. Pero si alguien se detiene a mirar con ojos de botánic@, se percatará de que la zona del talud que está detrás de los travesaños hay bastantes más vegetación que en la parte del talud situada más a la derecha, y que además presenta una combinación de especies muy peculiar. Aquí vemos esa zona llena de vegetación con más detalle ,La capacidad de observación es una cualidad que deben desarrollar no sólo l@s botánic@s, sino todos l@s científic@s que se precien. De hecho, es el primer e imprescindible paso en el inicio de cualquier investigación científica. Si queremos que nuestr@s alumn@s se conviertan en futuros científic@s tienen que aprender a observar, aunque ni en la vida diaria ni en las aulas se estimula demasiado la capacidad de observación.
Ahora que empieza el curso, una actividad muy recomendable es poner una imagen que sea sugerente en la pantalla del aula y pedid a l@s alumn@s que miren con atención y digan lo que ven. Se pueden ir apuntando todos los detalles que van surgiendo, poco a poco se irá llenando la pizarra. Hay que tratar de ceñirse a lo que realmente se observa y no a lo que se deduce o se supone que ocurre en la fotografía. Vale decir, por ejemplo, “en la derecha está la hierba más baja que en la izquierda” pero no vale “en la derecha hay vacas pastando y en la izquierda no” si realmente no estamos viendo las vacas, solo la hierba menos crecida. Bibliografía Gordon E. Uno, Marshall D. Sundberg and Claire A. Hemingway. 2013. Inquiring About Plants: A Practical Guide to Engaging Science Practices. Botanical Society of America Comments are closed.
|
AuthorAna Molina Archives
September 2017
Categories |